El establecimiento cuenta con un personal muy eficiente en su mayoría, siempre amable y servicial. Además, se destaca por su limpieza y ubicación conveniente. A pocos minutos a pie del puerto y de la playa, ofrece una gran variedad de opciones de restaurantes cercanos. El hotel urbano está bien gestionado, moderno y bien mantenido, sin barreras para viajeros sin coche. El desayuno es abundante y la cena es moderada.
Por otro lado, se ha observado que el trato en la recepción deja mucho que desear, ya que algunos clientes han reportado malos tratos. Además, se han encontrado muebles rotos y otros defectos en las habitaciones, los cuales no fueron corregidos incluso después de varios días. También se han identificado problemas en el equipo de las habitaciones, como descantillados, inodoros sueltos y duchas goteando. Por último, las ventanas que dan al mar están cubiertas con arte en vidrio, lo que impide disfrutar de una buena vista.