El local era muy agradable y acogedor. Las personas que solían visitarlo disfrutaban de un buen ambiente para reunirse con amistades y pasar un buen rato. Además, ofrecía la posibilidad de bailar y divertirse, lo cual lo convertía en un lugar ideal para aquellos que disfrutan de la música y el baile. También se destacaba por organizar fiestas con invitados de excepción, lo cual añadía un toque especial a la experiencia de los clientes.
Desafortunadamente, el negocio lleva cerrado dos años, lo cual es una gran desventaja para aquellos que solían frecuentarlo. Además, en sus últimos meses cambió de nombre, lo cual pudo generar confusión entre los clientes habituales. Otro aspecto negativo es que la entrada era de pago, lo cual podía resultar un inconveniente para algunas personas. Por último, aunque el local contaba con dos plantas de música distinta, variada y electrohouse, no se menciona si la calidad de la música era buena o si había problemas de sonido.