El croissant es espectacular y vale la pena hacer cola o apuntarse en lista para conseguirlo. Es uno de los puntos destacados de la pastelería.
Los dulces son riquísimos y de muy buena calidad. La elaboración es tradicional y el sabor es excelente.
El negocio está ubicado en una zona céntrica de Las Palmas, lo que lo hace accesible para los clientes. Aunque aparcar puede ser complicado, hay opciones como un carga y descarga en la puerta o un parking público justo debajo.
El tiempo de espera es corto, ya que son rápidos en atender a los clientes. Además, cuentan con algunas mesas y una barra para tomar algo en el local.
Es posible tomarse un café en el establecimiento, lo que brinda la oportunidad de disfrutar de los pasteles y tartas exquisitas junto a una buena bebida.
El personal deja mucho que desear en cuanto a su trato y actitud. Algunos empleados, como Margarita, pueden ser agrios y parecer molestos al interactuar con los clientes. La profesionalidad y la educación deberían ser prioritarias en un negocio de atención al público.
El producto estrella, el croissant, suele estar agotado con frecuencia. Incluso una hora antes del cierre, ya no hay disponibilidad. Esto puede ser frustrante para los clientes que acuden con la expectativa de disfrutar de este delicioso producto.
El tamaño de los croissants ha sido reducido en comparación con antes, lo que puede resultar decepcionante para algunos clientes.
Aunque el negocio cuenta con opciones de aparcamiento cercanas, puede ser complicado encontrar un lugar libre. Esto puede dificultar la visita de los clientes que prefieren llegar en su propio vehículo.
Algunos empleados pueden parecer molestos o poco receptivos al ser abordados por los clientes. Esto puede generar una experiencia negativa para aquellos que buscan una atención amable y cordial.
