El negocio cuenta con una muy buena comida y un buen ambiente. Los platos son adecuados en relación a los precios, lo que hace que la experiencia sea satisfactoria. Además, el servicio del mesero fue excelente, brindando una atención amable y eficiente.
El lugar también destaca por su personal amable y dispuesto a adaptarse a las necesidades de los clientes. En el caso de una persona vegetariana, se mostraron flexibles al permitirle personalizar su pedido sin problemas.
La opción de sentarse tanto dentro como en la terraza es un punto a favor, ya que brinda variedad y permite disfrutar del lugar de acuerdo a las preferencias de cada persona.
Uno de los aspectos negativos que se mencionó en una de las opiniones es la dificultad que tuvieron para realizar las cuentas al momento de pagar. A pesar de ser un grupo numeroso, no fueron capaces de dividir la cuenta por familias o parejas, lo que generó inconvenientes y tuvieron que buscar una solución por cuenta propia.
Otra crítica se refiere a la calidad de la comida, considerándola horrible y cara. Además, se menciona que el personal no está familiarizado con la comida canaria y que los platos están demasiado condimentados. Esto genera una mala relación calidad-precio y una experiencia insatisfactoria para el cliente.
En una de las opiniones se destaca la falta de profesionalismo por parte de la camarera, quien preguntó si la comida había sido de agrado pero reaccionó de manera negativa al recibir una respuesta negativa. Esto muestra una falta de empatía y una actitud poco profesional.
