El negocio ofrece una excelente atención al cliente. Los empleados están dispuestos a ayudar y resolver cualquier duda o problema que pueda surgir. Además, se nota que están preparados y conocen bien los productos que venden.
Por otro lado, la atención por parte de la dependienta deja mucho que desear. En una ocasión, el cliente fue a cambiar una prenda dentro del plazo establecido, pero la dependienta mostró una actitud poco amable y se mostró reacia a realizar el cambio. Incluso llegó a amenazar con echar al cliente de la tienda, a pesar de que solo quería hacer un cambio por otra prenda.
Es importante destacar que la dependienta contó los días del plazo de cambio de forma poco profesional, incluso llamando a un compañero para que lo hiciera por ella. Esto demuestra una falta de preparación y educación en el trato al público.
En resumen, aunque el negocio cuenta con empleados amables y preparados, la mala atención por parte de la dependienta puede afectar negativamente la experiencia del cliente. Sería recomendable que el negocio invierta en la formación y capacitación de su personal para garantizar un servicio de calidad en todo momento.